Bienaventurados los que sufren persecución por la justicia
Haz, Señor, que no nos asusten las trincheras
que pueda el mundo levantarnos;
si las levanta, que la esperanza del Reino,
que la esperanza de tu justicia,
en la esperanza de tu gloria,
haga que por esos caminos sepamos hallar el camino
de nuestra mayor entrega a tu voluntad.